Bienvenidos Terricolas.

Han atravesado el portal valientes viajeros... No es un mundo paralelo, no es un universo desconocido. Es simplemente una instancia para pelusiar...
ADV: ¡CUIDADO! Algunas pelusas pueden resultar peligrosas.

*Pelusiar: las pelusas todo lo ven y todo lo saben, es imposible escapar de ellas, porque cuando menos lo esperes ahí estarán para dar su golpe maestro. El tamaño no es lo que importa...

miércoles, octubre 24, 2007

Inaugurada 27ª Feria Intenacional del Libro de Stgo.: Una Invitación a "Enfermarse Leyendo"


Este martes 23 de Octubre, a las 19:00 pm, se inauguró en el Centro Cultural Estación Mapocho la 27ª Feria Internacional del Libro de Santiago, en la que participará Brasil como invitado de honor y la Región de Coquimbo como invitado especial. 700 sellos editoriales, 1.500.000 ejemplares de libros, 100 lanzamientos oficiales y la participación de 40 autores extranjeros. Sin lugar a dudas, este año la FILSA promete.

Entre políticos, cámaras y fotógrafos, promotoras, payasos, ruido de micros y el inagotable equipo de CQC, se dio inicio a la versión Nº 27 de la FILSA; uno de los encuentros culturales más importantes del país, con trece días de duración. El sobrio escenario a la entrada de Estación Mapocho contó con la presencia de la Presidenta Michelle Bachelet, la Ministra de Cultura Paulina Urrutia, el Presidente de la Cámara Chilena del Libro Eduardo Castillo, el Embajador de Brasil Mario Vilalva, entre otros.

La ceremonia se abrió con el himno nacional, durante el cual tanto Vilalva como el Viceministro de Cultura brasilero Joao Luiz Silva se mostraron confundidos. Sin embargo, sus impresiones cambiaron cuando el señor Eduardo Castillo tomó la palabra para leer un comunicado del propio Presidente Lula Da Silva, en el cual el mandatario se expresaba muy emocionado con la invitación a participar de su país. Chilectra cumplió por quinto año consecutivo como el principal auspiciador de la Feria e hizo además un llamado a la comunidad a actuar conscientes de la situación energética del país. Pero la gran protagonista del desfile de discursos fue la Presidenta, quien subió al podio vestida de rosado y acogida por los generosos aplausos del público. La mandataria aprovechó para festejar al poeta Gonzalo Rojas (ganador del Premio Nacional de Literatura), quien por estos días cumple 90 años.

El acto concluyó con el espectáculo de la cantante brasilera Elsa Suárez, en su retorno a Chile después de más de 40 años. La artista hizo levantarse de sus sillas y bailar animadamente al público de Estación Mapocho, incluidos aquellos que presenciaban el espectáculo detrás de las rejas de contención y en los paraderos cercanos. Sin embargo, al interior del Centro Cultural el panorama resultó ser otro. Pasillos semivacíos, gente sentada y los encargados de stand más preocupados del cocktail que de sus editoriales. La situación fue criticada por un Gonzalo Rojas decepcionado que se paseó entre los libros por algunos minutos para luego retirarse, no sin antes “omitir comentarios” sobre el controversial Maletín Literario.

Se espera que durante los próximos días aumente el entusiasmo de la gente y los pasillos se llenen de chilenos “enfermos por leer”, como dijo la Presidenta Bachelet aludiendo a la lectura como “una enfermedad de la que nadie se quiere curar”.

Nadie puede decir que este año los organizadores de la FILSA no intentaron innovar. Prueba de ello es la incorporación de stands como “Los Libros Más Pequeños del Mundo” y “El Origen de Su Nombre”. Otra novedad es la participación de la editorial La Vida Es Hoy, la que presentó su colección de productos del Ché Guevara; desde calendarios y marca libros hasta la antología y las memorias del revolucionario. Crazy All Comics por su parte, estará a cargo de la mayor recopilación de historietas de la Feria. Destacan también lanzamientos de libros como “Pinochet, El Gran Comisionista”, de Mare Nostrum y “Poetas De Chile”, una recopilación hecha por la Sociedad de Escritores de Chile que reúne poemas escritos desde 1533 en adelante.

Otras atracciones que asistirán son el grupo musical brasilero “Rabo de Lagartixa”, así como el pianista Flavio Augusto y la cantante de ópera Lucía Costa y Silva, ambos también de Brasil. Entre los escritores chilenos que representarán a la Región de Coquimbo se encuentran los periodistas y escritores Gabriel Canihuante y Eleazar Garviso. Participarán también el ya mencionado Gonzalo Rojas, Alberto Fuguet, Pablo Simonetti, Malucha Pinto, entre otros. Cabe destacar además, que los días miércoles la entrada será gratuita para las lectoras.




B.G.J.



LUGAR:

Estación Mapocho


HORARIO:

- Lunes a Jueves, 14:00 hrs a 22:00 hrs.

- Viernes,12:00hrs a 22:00 hrs.

- Sábado y Domingo, 11:00 hrs a 22:00 hrs.


VALOR ENTRADA:

Entrada General (Viernes, Sábado, Domingo y festivo) $2.000

Entrada Estudiantes (Viernes, Sábado, Domingo y festivo) $1.500

Entrada General (Lunes a Jueves) mitad de precio $1.000


*Niños menores de 12 años: entrada gratuita.

*Días Miércoles: ENTRADA GRATUITA PARA LA MUJER.










sábado, octubre 20, 2007

Mi VIDA en un SOUNDTRACK.


1. Dreams - Deep Dish (Album George is On)

2. Dance 4 Life - Tiesto (Album Elements of Life)

3. Ordinary World - Above & Beyond (Aurora Remix)

4. Touch Me - Tiesto (Album In Search of Sunrise Vol. 2/CD 1)

5. Sail - Armin van Buuren (Album 10 Years)

6. Let The Game Begin - Tiesto (Album In Search of Sunrise Vol. 5/CD 1)

7. This World is Watching Me - Armin Van Buuren ( Album This World is Watching Me)

8. Bright Morningstar - Tiesto (Album Elements of Life)

9. Black Nights - ATB (Album No Silence)

10. Adagio For Strings - Tiesto (Album Parade of the Athletes)

11. Long Way Home - ATB (Album Seven Years)

12. Fantasya - Robert Miles (Album Dreamland)

13. New York City - Paul van Dyk (Album In Between)

14. Voices in Harmony - Paul Van Dyk (Album Perfect Remixes)

15. Lethal Industry - Tiesto (Album Parade of the Athletes)

sábado, octubre 06, 2007

Tiesto '07, Elements of Life: Viaje Sin Regreso.


Abrir los brazos en el aire, mirar alrededor y sentir que el mundo es más mío que nunca. Tener el control a mis pies, confiar y creer en mi misma como a diario no logro hacerlo. Rodearme de gente maravillosa que nunca creí llegar a conocer y que se han convertido en parte de mi familia. Sentirme frágil y liviana, pero al mismo tiempo intocable, lejana y única. Recordar que en el planeta no hay otra como yo, que somos únicos cada uno y que aquello que podemos entregarle a nuestro mundo nadie más podría hacerlo.

Anoche realmente sentí que podía cambiar la historia, vislumbrando aquella escena de alegría masiva y familiaridad. Miles de personas con la vista en alto, mirando hacia arriba y aspirando a más. Y celebrando como si no fueran a tener nunca otra oportunidad para hacerlo. Fue maravilloso, un paisaje visual digno de cualquier Nacional Geographic, un vistazo a nuestra humanidad más profunda. Porque en situaciones como ésta es cuando realmente nos volvemos humanos. Dejamos de lado el ruido de la ciudad y las responsabilidades, y nos dedicamos a sonreír sin vergüenza. La ropa sobra, incluso molesta. La música es lo único que existe. Buscamos sonreírle a alguien, hacer así quizás una pequeña diferencia en sus vidas, regalar algo de felicidad a quien jamás volveremos a ver. Anoche, éramos todos más humanos que nunca. Agrupados pero como individuos únicos en una gran ola de euforia y simpatía. Olvidamos las peleas y los complejos, aquello que no nos gusta de nosotros o del resto. No existió el peligro, porque de algún modo, todos estaban ahí para protegerse entre sí. No existió la rabia ni la ira, porque habría sido perder el tiempo en un viaje de infinita relajación, un camino que a diario se nos impide recorrer. No hubo tristeza y nadie lloró, quizás sí de felicidad, porque en un mundo en el que ser feliz es un lujo, en una noche como la de ayer se vuelve una obligación. Y así debería serlo siempre. No es justo desperdiciar vidas tan cortas en situaciones que jamás nos llevaran a trascender. El sufrimiento impide el desarrollo humano, o al menos lo demora, y nos atrae hacia nuestro centro más oscuro, como un agujero negro desperdiciando todo a su paso. Vivimos en un mundo que nos prohíbe reír, o incluso sonreír. En un entorno que si bien nos propone ser felices como meta de vida, jamás nos ofrece los instrumentos necesarios para lograrlo.

Anoche todos fuimos uno solo, sin importar las diferencias ni las rivalidades, sin importar aquello que siempre espera afuera de la burbuja, sin importar que al día siguiente el mundo hiciera como si nada. Porque no puede ser así, y cada uno de los que estuvimos allí anoche lo tenemos más que claro. Pero debemos empeñarnos en recordarlo siempre, impedir que una experiencia así se convierta pronto en un mero recuerdo de días pasados. Y para ello, lo más importante es mantener cerca a aquél que estuvo conmigo, que me tomó de la mano, que me abrazó, que bailó conmigo, que aprovechó para decirme algo lindo y genuino.

Lo que vi anoche superaba cualquier retrato o fotografía. La imagen de una noche saturada de belleza y emoción. Cientos y cientos de cabezas rebotando al mismo tiempo, brazos desordenados en el aire, manos extendidas intentando conservar entre sus dedos una nota musical. Las luces brillaban con más fuerza que nunca, parecían inagotables parpadeando una y otra vez sin dejar tiempo para el descanso. La música se alzaba sobre nosotros, como el soundtrack de nuestras vidas. Canciones que tantas veces antes escuchamos viajando en el metro, camino a la universidad, o antes de acostarnos. Melodías que siempre fueron tan lejanas, pero que por alguna razón envolvían nuestro diario vivir y amortiguaban las caídas y tropiezos de la rutina. Y anoche, las bailamos, las cantamos, las saltamos, y las gritamos. Anoche, las vivimos. Fuimos los protagonistas de un baile de colores y voces que jamás volverá a existir en este mundo. Tiesto a la cabeza, como un profeta que en realidad no lo es, pero que quiere hacerse pasar por uno para ayudar al resto. Y nosotros le bailamos sin pudor, como si lo conociéramos de siempre, de toda la vida y para toda la vida. De seguro así será, jamás lo olvidaremos. Ni tampoco a todos los que se detuvieron por un segundo a nuestro lado para compartir una palabra o una sonrisa.

Estos son los días más importantes de nuestras vidas (como dice el señor Paul Van Dyke, "this are the days of our lifes") y aunque a veces lo dudemos, los más fáciles. Nuestro cuerpo nos ofrece una capacidad infinita de experiencia, nos invita a probarlo todo y a sentirlo todo. Somos más libres de lo que jamás volveremos a ser. No desperdiciemos estos años en rutinas, trámites, peleas, dolores, cansancio. El tiempo es demasiado corto, y es posible que cuando se agote, no haya nada más. Vivamos nuestras vidas, jamás dejemos de movernos o de pensar. Porque sólo así se crece, y creciendo se llega a trascender. Cuando ya no quede nada de nosotros, nuestros méritos y logros nos harán presentes en el mundo.
Muchas, muchas gracias.



B.G.J.