Bienvenidos Terricolas.

Han atravesado el portal valientes viajeros... No es un mundo paralelo, no es un universo desconocido. Es simplemente una instancia para pelusiar...
ADV: ¡CUIDADO! Algunas pelusas pueden resultar peligrosas.

*Pelusiar: las pelusas todo lo ven y todo lo saben, es imposible escapar de ellas, porque cuando menos lo esperes ahí estarán para dar su golpe maestro. El tamaño no es lo que importa...

lunes, agosto 27, 2007

Yo No Tengo Héroe


Corta, de una. No tengo y creo que jamás he tenido alguna figura heroica a seguir en mi vida. Modelos tampoco porque crecí demasiado consentida y orgullosa como para mirar hacia arriba a cualquiera. Y que conste que me planteé y replanteé una y otra vez la cuestión de mi héroe o heroína, y aún así no fui capaz de hallar alguno de mi preferencia. Gente admirable sí, por supuesto que sí; aquellos que han hecho de sus vidas lo que siempre soñaron, que no sólo han llegado lejos sino que han alcanzado el punto que ellos mismos se impusieron. Admiro a los dueños del éxito: no a los que han conseguido pequeñas victorias, sino a los que han comprendido el éxito en todos los ámbitos de la vida humana.

Creo que mi generación en sí carece de modelos o se limita a unos cuántos. Quizás porque hemos visto demasiadas derrotas y fracasos y son muy pocos los líderes exentos de dichas frustraciones. Desde Bob Marley, muerto en Miami y lejos de su amada tierra jamaiquina, hasta Muhhamad Ali quien siendo durante su vida un coloso boxeador, sucumbe ante la enfermedad del Parkinson. Desde Mahatma Ghandi, asesinado mientras se dirigía al templo para rezar, hasta El Rey, Elvis Presley, hallado muerto misteriosamente en la bañera de su mansión. Y así con todos, el asunto jamás termina. Por muy grandes, fuertes, alabados y glorificados, cada uno de los modelos que la historia se ha dignado a presentar como héroes, han sucumbido ante las enfermedades y sus propios rivales. Porque ni una sola alma puede escapar a las manillas del reloj; a la muerte. Y si bien que el hombre muera no sea una razón suficiente para invalidar sus logros, da fe de que ningún héroe es invencible del todo. Por otro lado, los héroes no son más que meras ejemplificaciones de perfección o de ideales planteados por la sociedad. De manera que limitan al individuo a trabajar determinadas cualidades con mayor esmero que otras que no son apreciadas por su entorno.

Mi generación, al menos los jóvenes como yo, ha optado por liberarse de sus ataduras tradicionales y dejar de lado los cánones y modelos impuestos por las generaciones predecesoras. Ya a nadie le importa cómo se supone que debemos ser o actuar, ni cómo debemos desenvolvernos y hasta dónde debemos llegar. Hemos alcanzado un punto en el que batallamos por nosotros mismos mediante nuestros propios medios puesto que en la actualidad vale más diferenciarse que apegarse a un modelo. La población ha aumentado con semejante magnitud y rapidez que la vida diaria y el crecimiento humano se han convertido en una carrera por ser mejor que el otro, lo que a fin de cuentas es ser distinto al otro. Hoy somos nosotros nuestros propios héroes, buscamos romper los récords que otros establecieron, ir más allá de las metas comunes, convertirnos en ejemplos a seguir. Ya nadie quiere ocultarse bajo la sombra de otro que algún día llegó más lejos. Quizás he aquí la razón de por qué cada vez más jóvenes dejan de identificarse con los partidos políticos, y de por qué cada día que pasa aumentan las tribus urbanas y los distintos estilos. Jamás se había visto en la medida en que se ve hoy tanta posibilidad de ser; tantas formas de vestir, músicas que escuchar, maneras de hablar, lugares adonde ir.

Frente a este panorama, la idea de los héroes patrióticos como ejemplos de vida resulta absurda. En especial puesto a que vivieron en un Chile prácticamente ajeno al de hoy, en un mundo que siquiera era capaz de proyectarse hacia aquél en el vivimos nosotros. De manera que buscar imponer a los niños en los colegios, a los adolescentes en los textos universitarios y al país entero mientras se acercan las fiestas patrias, estos hombres como ideales de vida, no es más que evitar inútilmente el pasar de los años. Los héroes de ayer no pueden ser los de hoy, es imposible concebir sus existencias en una sociedad como la actual. Lautaro por ejemplo; con su escasa altura, su contextura gruesa, sus ojos negros, rostro lleno, su espalda robusta, su sangre indígena pura, habría sido blanco perfecto de la discriminación chilena contra sus propias raíces. Diego Portales; otro caso incompatible con nuestro Chile de hoy. Dudo que cualquiera hubiera aguantado las propuestas centralizadoras y anti demócratas que este antiguo mandatario se atrevió a imponer durante su gobierno. Es más, Portales se negó siempre a creer que la democracia podía resultar conveniente para las naciones sudamericanas, arcaicas y subdesarrolladas como él las veía. Finalmente, qué habría sido del “padre de la patria”, don Bernardo O’Higgins, en un Chile en el que para empezar nadie quiere ser padre de nada. O del propio José Miguel Carrera, proclamando su patriotismo y sus ideas nacionalistas frente a un montón de chilenos que sólo dicen serlo cuando el tema en cuestión son los feriados de las fiestas patrias.

No es desmerecer a los fundadores de la nación ni desvalorizar sus esfuerzos por construir un mundo mejor. Por el contrario, les estamos agradecidos. Pero la realidad es que hoy todo aquello ya no importa, o al menos resulta secundario frente a otros proyectos como el éxito profesional, una próspera vida social, una relación amorosa estable, etc. Al igual que ayer, la ley de la selva es aún un dogma obligado. La diferencia se halla en que hoy no gana el más fuerte, sino el más inteligente. Hemos alcanzado un prospecto humano más enfocado en superarse y competir contra sí mismo, un proyecto de humanidad basado en el desarrollo y no en la imitación. Vivimos en una constante renovación de héroes en la que nosotros somos la mejor propuesta. Mirar hacia arriba es limitar nuestra existencia, mirar hacia adentro es potenciarla.
B.G.J.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muchas gracias por pasar por mi vomitadero.
y
CARAJO!
muy potente lo que acabo de leer. yo personalmente tengo un heroe, nada mas, y gracias a dios (o al diablo) sigue vivo el muy huevon. pero te encontre toda la razon en lo que escribes, incluso me dejo pensando. si es que puedo pensar todavia.
y otra vez muchas gracias.

Pelao Jimenez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pelao Jimenez dijo...

Hey, guapa! Imagino que no es verdad. Es muy cierto, eso si, lo de ser jovenes y jugar a Charly Garcia buscando la libertad e identidad, pero creo que todos buscamos lo mismo. Finalmente, todos los caminos llevan a Roma, o no? Todos queremos casarnos con la mejor señora/marido, queremos ser buenos papas y ser los superheroes de nuestros hijos; todos queremos "morirnos en una cama rodeado de hijos, nietos y bisnietos"; Todos queremos la sombra de la casa grande y los almuerzos del domingo...

Gracias por tu blog y te quero, primii!

Pelao Jimenez