Bienvenidos Terricolas.

Han atravesado el portal valientes viajeros... No es un mundo paralelo, no es un universo desconocido. Es simplemente una instancia para pelusiar...
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*Pelusiar: las pelusas todo lo ven y todo lo saben, es imposible escapar de ellas, porque cuando menos lo esperes ahí estarán para dar su golpe maestro. El tamaño no es lo que importa...

lunes, mayo 28, 2007

Las Pelotas ya no son Cosa de Hombres


Okey, es cierto. Muchas lo odiamos, lo detestamos, nos aburrimos, simplemente no lo entendemos. Como en los viejos tiempos, el fútbol nos parece una pérdida de tiempo. Pero hay que reconocer algo, las cosas están cambiando. Y por mucho que a nosotras no nos guste este deporte, ya están surgiendo las pioneras del fútbol femenino. No superan los veinte años y ya han viajado por toda Latinoamérica dándole botes a la pelota. En este minuto se están preparando arduamente para el Mundial Femenino Sub 20 que se realizará el próximo año en Chile. Deben responder a sus estudios y también a su pasión, el fútbol. No son marimachas, tampoco ahombradas. Y todo indica que han llegado para quedarse. Solo queda advertirles a los hombres chilenos, prepárense, que la igualdad entre sexos también se adueñó de la cancha.

Tatiana Pérez
Estudiante Ingeniería Universidad de Chile
Seleccionada Nacional Fútbol Femenino
Capitana, jugadora central.

BG: ¿Cómo se convirtió el fútbol en algo que te apasiona tanto?

TP: De chica jugaba con mis primos, y además mi papá a muy corta edad me llevaba al estadio, siempre he jugado fútbol pero al principio era como un juego solamente. Después empecé a jugar en el colegio con mis compañeros, pero eran puros hombres. A los doce empecé a buscar un equipo para jugar pero con mujeres. Un día un señor de la Universidad de Chile me vio jugando y me invitó a jugar en un equipo de niñas. Fui y me encontré con que en realidad yo era la primera, yo iba a servir para motivar a otras niñas que nunca llegaron. Un día acompañé a una amiga a ver un partido de la U, y al final me metí ahí. Jugué dos años en la U, hasta el año pasado, y este año me cambié de equipo y pasé al Club Santander, que es un nuevo proyecto.

BG: ¿Tú eres capitana de la Selección de fútbol femenino nacional?
TP: Es que nunca ha habido una capitana fija, porque hemos tenido muchos técnicos, han habido muchos cambios y constantes. Entonces cada profesor tenía su capitana, no era nunca un rol fijo. Yo he sido en varios partidos, ahora recién establecieron una.

BG: ¿Tú encuentras que ha faltado organización?
TP: Yo creo que de parte de la Federación cada vez está mejor. Por ejemplo, antes en los campeonatos de la ANFP (Asociación Nacional Fútbol Profesional) jugaban ocho equipos, y hoy son dieciocho. Y además, con el Mundial y el Sudamericano.

BG: Se ha puesto mucho de moda.
TP: Muchas niñas se han motivado ahora que nos ven en la televisión. Muchos equipos se están armando y así va adquiriendo cada vez más fuerza esto. La ANFP también está poniendo de su parte para que esto mejore.

BG: O sea, la ANFP realmente está cumpliendo…
TP: Quizás sigue todo aún muy desordenado, todavía no tiene el nivel del fútbol masculino. Pero así, cada vez está adquiriendo más importancia a nivel nacional entre los medios. Está surgiendo más interés de parte de los auspiciadores.

BG: ¿Pero todavía existe como prioridad el fútbol masculino para la ANFP?
TP: Obvio, el fútbol masculino es profesional. Los clubes de fútbol femenino en Chile son más bien escuelas y para pertenecer a ellos hay que pagar. En la U yo pagaba una mensualidad de cinco lucas. El fútbol femenino todavía es amateur. Por eso el fútbol masculino sigue siendo prioridad. Las empresas de fútbol profesional ganan ellos, ganan los equipos

BG: ¿Tú le ves futuro al fútbol femenino acá en Chile?
TP: Sí. O sea, hace diez años nunca nadie hubiera pensando que iba a hacerse un mundial en Chile, un Sub 20 adulto nunca nadie lo hubiera imaginado. Yo creo que si el asunto se trabaja con un real interés, como se está trabajando, puede avanzar mucho.

BG: Y el hecho de que el Mundial vaya a ser acá , ¿crees que va a motivar a la selección y a potenciar su desempeño?
TP: Yo creo que sí, porque por un lado, por ser local ya estamos clasificados. Entonces más que prepararnos para clasificar, estamos ya preparándonos para el Mundial en sí. Eso ya es un plus frente a los otros equipos que todavía están tratando de clasificar. Por eso es que la ANFP nos está programando tantos viajes fuera de Chile, porque esa es la experiencia que nos falta. Las brasileras por ejemplo, son profesionales y se dedican a esto, entonces están más preparadas para lo que es un Mundial. Pero nosotras también tenemos otras prioridades como la universidad y el colegio, y tenemos que empezar a desarrollar y adquirir la experiencia necesaria. Quizás aún no hemos alcanzado el nivel profesional de otros países, pero sí estamos en camino.

BG: En nuestro país particularmente, ¿Tú consideras que falta compromiso de parte de la gente para lograr que el fútbol femenino se valide como deporte?
TP: Sí. Primero, el deporte aún está muy enjuiciado. El fútbol femenino está creciendo a medida que los prejuicios están disminuyendo. La ANFP se está comprometiendo más. Antes la selección la manejaba la ANFA (Asociación Fútbol Amateur) y en ese tiempo no era muy serio el tema. Por ejemplo, el 2005 hubo una selección que se tuvo que financiar por sí sola su viaje a Bolivia. Pero la ANFP se está tomando el tema más en serio. Entonces si sigue así, esto va a evolucionar mucho mejor. Ojala que en unos años más alcance un nivel profesional y que las mujeres se puedan dedicar a esto. Pero para llegar a eso, hay que pasar antes por los primeros pasos.

BG: ¿Existe un público constante que siga los partidos y el tema de cerca?
TP: Para los partidos de campeonatos, la mayoría de la gente que va son familiares y amigos, no aficionados del fútbol. Pero cuando jugamos a nivel internacional, como por ejemplo en los partidos que se realizaron en Marzo contra Canadá y Argentina en el Estadio Audax, igual llegó bastante público porque promocionaron bien el campeonato. Fue harta gente que no nos conocía pero que les gusta ver el fútbol femenino. Y esa es la idea, que el 2008 esté lleno el Estado Nacional. Antes, la gente que no sabía de fútbol decía que como éramos mujeres nos íbamos a agarrar a combos, a rompernos las uñas, a jugar mal. Pero cuando van a ver los partidos se dan cuenta de que en verdad no es así, que sabemos jugar, que tenemos técnica. Conocemos tanto de fútbol como el hombre. Es un espectáculo futbolístico.

BG: Dentro de todo, tú eres de las primeras en el tema…
TP: No creo, el fútbol femenino es muy viejo. Pero dentro de lo que es la Selección de la ANFP, la primera fue la Selección del 2006. Y ahí estaba yo. Viví ese proceso. Pero antes también hubo procesos en los que yo no participé.

BG: ¿Cuáles son tus expectativas para este año?
TP: Espero estar nominada para todos los viajes que se organicen. Y además adquirir la experiencia que necesitamos. Quiero jugar en el Mundial, pero todavía nadie tiene el puesto asegurado y eso se dice un poco antes de la fecha. Se hace una preselección hasta unos días antes del Mundial cuando se comunica la definitiva. Por ejemplo, para el Sudamericano nos avisaron una semana antes cuál era la selección definitiva. Y nunca he sentido el puesto asegurado. Hay que jugárselas siempre. Mi intención en la universidad es pasar la mayor cantidad de ramos posible, y después congelar.

BG: ¿Prefieres enfocarte en el fútbol?
TP: Sí, porque no tiene sentido echarme los ramos si en realidad quiero dedicarme a otra cosa. Si no pierdo con los dos, me va mal en la universidad porque ando cansada y por otro lado, no tengo suficiente tiempo para dedicarle al fútbol y falto a entrenar con la Selección. Puedo llegar a perder un puesto que no tengo asegurado.

BG: ¿Tú crees que nos vaya a ir bien en el Mundial?
TP: Hay cosas que no se han visto aún. Por ejemplo, nunca hemos jugado contra un equipo europeo. Ahora vamos a ir a Europa a ver cómo es el nivel. Con los equipos sudamericanos no nos ha ido tan mal. Pero en un Mundial juegan países de todo el mundo, entonces la experiencia que hay que tener para estar preparadas es mucha. Y no sé si se pueda construir en un proceso de un año y medio. Espero que nos vaya bien como locales, espero el apoyo de la gente, pero no sé en realidad cómo nos vaya. No te puedo dar una referencia si todavía no la tengo.

BG: Y comparando el nivel de Chile con el resto de los países sudamericanos contra los que has jugado, ¿cómo estamos?
TP: Lo mejor a nivel sudamericano es Brasil, que está muy por encima del resto. Un poco más abajo viene Argentina y Paraguay. Y después vendría todo el resto, muy equitativo. Pero yo creo que a nivel sudamericano, sí nos podría ir muy bien.

BG: Volviendo al tema del boom reciente del fútbol femenino, ¿a qué lo atribuirías tú?
TP: Hubo un cambio muy radical en la forma de pensar de la gente. Se pensaba que el fútbol era sólo para hombres, y de repente vieron una niña jugando bien, y así el pensamiento de la sociedad empezó a cambiar. Se empezaron a dar cuenta de que las mujeres en verdad sí juegan y lo hacen bien. Y desde entonces, niñas a las que les daba vergüenza jugar, comenzaron a hacerlo y hoy la gente las mira y a ellas obviamente esto les gusta. Cada vez hay más niñas que se interesan en esto. Y así se ha ido masificando. Ahora todas quieren jugar, invitan amigas y se arman equipos. Y mientras más participan, más va creciendo el nivel de los campeonatos nacionales. Las empresas se van interesando y va naciendo un público.

BG: ¿Tú crees que esto se va a mantener o que es una moda pasajera?
TP: Yo creo que esto va a seguir y va a ir creciendo hasta el Mundial 2008. Y creo que después va a seguir creciendo todavía. Hay más proyectos, y si nos llega a ir bien en Mundial va a aumentar el interés de la gente.

BG: Hablando de la selección para un partido, ¿Cómo se decide quiénes juegan?
TP: El entrenador elige a algunas y las cita. Y antes de entrar a la cancha, se decide quienes juegan.

BG: ¿Cómo se realizó la selección de jugadoras para conformar lo que es la Selección Nacional?
TP: De los campeonatos se hace una preselección. De la preselección, se van haciendo cortes. De cuarenta, dejan treinta. De treinta, dejan veinticinco y así. Hasta que llegamos a ser veintidós, de las cuales un poco antes del partido se escogen a dieciocho. Esas dieciocho jugamos en el Sudamericano. Después el entrenador conforma un equipo titular que es el que juega casi siempre, y que además se va modificando de acuerdo a los partidos.

BG: Me imagino que el proceso igual es fuerte…
TP: Sí, es fuerte. En especial cuando quedan veintidós y falta una semana para el partido, y no sabes si vas a jugar o no. Cuando dijeron la lista de la Selección actual, la mayoría se puso a llorar, porque o no quedabas tú o no quedaba tu amiga. Pero estos procesos van a seguir siendo así para siempre.

BG: Tú igual destacas dentro de lo que es el tema, ¿has sentido alguna vez más asegurado el puesto que otras compañeras?
TP: Un poco. Porque yo juego central, y no hay muchas centrales. La mayoría son delanteras. Entonces como yo ya tengo la experiencia del Sudamericano y otras, me siento más segura con respecto a las niñas que llegan. Porque sé que de diez, una va a ser central y no va a tener la experiencia que tengo yo.

BG: ¿Cuánto tiempo llevas en la Selección?
TP: La preselección fue el 2005, hace más o menos dos años. Y las otras jugadoras de la Selección llevan menos todavía.

BG: ¿Eres como una figura dentro del equipo?
TP: (Entre risas) No, no hay figuras. Todas tenemos el mismo nivel, todas nos aconsejamos de la misma manera, y en la Selección somos todas iguales.
B.G.J.

"Requiem For A Dream" El Miedo al Miedo


El tema principal no es la droga. No son los efectos de la heroína, ni de las anfetaminas, ni tampoco de la cocaína. De hecho, ni siquiera trata realmente de un joven que pierde el brazo de tanto inyectarse, o de una señora de edad que es atacada por su propio refrigerador. Ni de un afro americano que termina en la cárcel por narcotráfico, ni de una chica que se vuelve prostituta para pagarse el vicio. Los personajes son sólo elementos, símbolos de un tema de trasfondo.

Las películas que tratan la amplia temática de la droga y sus efectos son varias, y por muy entretenidas (a mi gusto) y moralmente didácticas, ya se han convertido en un género cinematográfico más del montón. “Trainspotting” por ejemplo, es uno de los estandartes de la juventud occidental de hoy. Sexo, heroína, locura, muchos colores, personajes bien caracterizados, una banda sonora alucinante (destaco Born Slippy de Underworld, un clásico de la música electrónica), y una historia capaz de seducir al mismísimo papa. Pero más allá de eso y de una enseñanza en cuanto “a lo malas que son las drogas”, la trascendencia de la película es poca. “Scarface”, otro ejemplo. Un clásico de siempre, quizás una de las primeras cintas que se atrevió a tratar el tema del contrabando y el consumo de la cocaína. Imperdonable para cualquier cinéfilo dejar de ver el romance entre la famélica Michelle Pfeiffer de entonces y el ídolo incuestionable, Al Pacino. Pero al ahondar un poco más en las propuestas y la tesis del film, parece ser que Brian Di Palma se quedó corto.

Qué escándalo que una de las cintas más arriesgadas y personales del joven director Darren Aronofsky, pueda imponerse ante clásicos como los mencionados. Es cierto que en temas de guión, actores y tomas, “Requiem For A Dream” no sobresale demasiado en comparación con otros films. De hecho, su real mérito se encuentra oculto. Por lo mismo, es importante profundizar en la propuesta de esta obra. Una idea que abarca más que simples experiencias humanas, que involucra mayor profundidad que la explotada temática de la drogadicción.

Cada uno de los cuatro personajes principales, distintos en género, raza, edad y sexo, juega el papel de representar las varias realidades humanas. O al menos, las más comunes. Lo hacen de forma independiente, cada uno va tropezando por donde más le aprieta el zapato, va sucumbiendo a su propio “talón de Aquiles”. Y es que no todos somos propensos a las mismas adicciones, ni estamos expuestos a las mismas inseguridades. Pero aún así, somos igualmente propensos a sucumbir ante nuestros miedos, a caer en nuestras peores tentaciones. Aquí yace el punto que amenaza a la existencia humana, el único factor capaz de destruir, y desde adentro, cada pieza de nuestra civilización. El miedo y la locura funcionan como las células cancerígenas: atacan desde el interior, donde menos lo esperamos y cuando menos somos capaces de predecirlo. Cada quien oculta sus propios temores, cada quien sucumbe ante su propio punto débil.

Pero nuestros miedos no son siempre lo que aparentan, a menudo adquieren dicha forma para hacerse presentes. Una mujer que sufre de anorexia va encontrar su miedo más profundo encarnado en un refrigerador, o en un plato de comida. Pero esto no significa que realmente tema a ambos, por el contrario, puede ser que tenga contacto con ellos sin experimentar necesariamente un ataque de pánico. En la vida diaria debemos enfrentar los símbolos de nuestros miedos sin hacer mayor escándalo. Pero existen otras instancias en las que tenemos la oportunidad de correr por nuestras vidas con toda libertad. Los sueños son una de ellas; cuando soñamos no existen los límites de tiempo ni de espacio. Una persona se puede convertir en otra fácilmente y en cuestión de segundos. Incluso seres ajenos pueden fundirse en un personaje nuevo que al mismo tiempo nos resulta familiar. En nuestros sueños podemos convertirnos en aquello que siempre hemos querido ser, no existen restricciones. Son situaciones hipotéticamente reales que a menudo nos prestan un refugio a la vida cotidiana y a la rutina. Sin embargo, son un arma de doble filo. Nos permiten materializar nuestros anhelos y aspiraciones, pero de igual forma son la situación perfecta para que se manifiesten nuestros peores miedos, nuestros temores más ocultos. Por lo mismo las pesadillas no son siempre pasajeras, ni desaparecen del todo al abrir nuestros ojos. Existen algunas que nos persiguen durante meses, años, incluso para toda la vida. Son sueños constantes, que varían en pequeños detalles pero que por lo general se presentan de igual forma. Esta es la prueba de que al soñar nos apoyamos en el inconsciente mismo.

Otra situación propensa en la que se pueden materializar nuestras aflicciones son aquellas en las que nos encontramos bajo los efectos de las drogas. Si bien existen sustancias que nos fortalecen y nos hacen sentir invencibles, fuertes, grandes, lejos del alcance de todos, existen otras capaces de convertirnos en meros blancos de nuestro propio inconsciente y nuestras inseguridades. En este nivel los efectos son secundarios.

La droga tiene dos formas de volver al hombre vulnerable. La primera es la experiencia misma, el episodio lunático en sí. Períodos de tiempo en los que resulta fácil, y a menudo la única opción, volverse loco. De hecho, tendemos a olvidar el límite entre la psicosis y la cordura. A nuestro alrededor, todo se transforma, incluso nosotros lo hacemos. Nuestro entorno adquiere una personalidad propia, una capacidad de convertirse en lo que queramos; suave, brillante, tenue, oscuro, colorido, sedoso. Nuestro cuerpo también adquiere cualidades que con anterioridad desconocíamos; podemos prescindir de él por completo, o aumentar el potencial de nuestros sentidos. Y la experiencia es realmente hermosa, incapaz de situarse en algún contexto de la vida normal. La vista, el gusto y el tacto se convierten en armas para interiorizar aquello que se encuentra exterior a nosotros. Nos hacemos uno con aquello que tocamos. Los sabores trascienden nuestra lengua, penetran en el cuerpo y se dispersan por cada célula. La vista se vuelve selecta, adicta a la luz y a los colores. Es una instancia para volvernos locos y estar orgullosos de ello. Porque en aquel minuto nada importa, ni siquiera quienes estén observando y juzgando. Pero estas experiencias no siempre resultan como se les espera. En este punto podemos utilizar el ejemplo (y contrastar con la película), el caso de Sara Goldfarb, la madre de Harry, el personaje principal. La mujer comienza a experimentar con anfetaminas como parte de una dieta recetada por su médico. Durante un episodio en el que se encuentra bajo los efectos de la droga, la mujer se ve enfrentada a la materialización de uno de sus peores miedos. Mientras se encuentra sentada viendo televisión, el refrigerador (vacío y desusado) adquiere vida y con violencia comienza a dar pasos hacia ella. Desde el punto de vista cinematográfico, la escena resulta muy bien construida, y por lo demás logra transmitir su intención al público: aterrorizar. Al igual que en una pesadilla, una situación completamente absurda e imposible se da en una instancia real. Ésta es la peor amenaza que presenta el consumo de drogas, la materialización de nuestros miedos en plena vida diaria, en medio de aquello que conocemos como realidad, donde nada puede amenazarnos sin que lo controlemos.

La segunda manera que tienen las drogas para vulnerabilizar al ser humano son sus consecuencias. Es el punto en que el consumo adquiere más importancia que vivir realmente o incluso que experimentar. Dejamos de admirar la belleza de los efectos para responder a necesidades meramente biológicas. El hombre se convierte en una máquina de autosatisfacción física. Ya no es su mente la que exige nuevas experiencias, es su cuerpo el que exige placer. Se pierde la intención real de la droga, se olvida el porqué de su uso. Harry Goldfarb no es adicto a lo que piensa o a lo que siente cuando está bajo los efectos de la heroína. Como espectadores jamás se nos relatan las razones de por qué se acercó a ella, sólo podemos juzgar su adicción en sí. Y es posible deducir que el personaje consume por la satisfacción física, casi fisiológica, que le presta la sustancia. A diferencia del primer caso en que el hombre se vuelve irrazonablemente loco y olvida su entorno, en este último el individuo se trastorna dentro del diario vivir. Vive en un estado de locura y está consciente de ello. Está loco dentro de su realidad, la lógica lo atormenta.

Las drogas son diferentes, también lo son sus efectos. Los hombres también son distintos, al igual que sus inseguridades e insatisfacciones. Ésta es la razón de porqué algunos se vuelven adictos a ciertas drogas mientras que otros suelen optar por ciertas otras. Cada quien elige lo que más le satisface. Y al minuto de experimentar, debemos tener en cuenta que el umbral de los miedos puede estar tan presente en la experiencia como lo está en nuestro propio inconsciente. Intentar huir de ellos sería como huir de nosotros mismos. Sin embargo, de las drogas pueden resultar instancias para enfrentar dichos miedos dentro de lo que es la vida real, no a un nivel fantasioso o de ilusión. Debemos perder el miedo al propio miedo, debemos introducirnos en situaciones que nos resulten amenazadoras para comprobar que en realidad somos más fuertes. A medida que nos rehusamos a experimentar con nuestras debilidades, estamos al mismo tiempo alimentándolas. Al hacer caso omiso de ellas, éstas seguirán creciendo y se apropiarán de nuestra personalidad. Nos volveremos insensibles, cobardes, fríos, y olvidaremos el placer de pensar. Nada que el cuerpo pueda sufrir se compara con el sufrimiento de la mente. Es peor perder la capacidad de razonar, que perder una pierna. Recuerden que la inteligencia es lo que no hace humanos y el pensamiento aquello que nos hace personas. “Requiem For A Dream” es una metáfora irónica de lo que ocurre cuando dejamos de responder a la mente para dedicarnos a la satisfacción del cuerpo. Y es que lo físico puede ser más fuerte ya que es de por sí lo primero que vemos al acercarnos al espejo, lo que nos atribuimos como identidad. Sin embargo, debemos recordar que no somos los ojos verdes ni la piel oscura, no somos el cabello largo ni las piernas cortas. Aquello que nos hace ser es lo que pensamos, cómo pensamos y cuándo pensamos. Y el temor nos condiciones y nos limita.

Perdamos el miedo, hagámonos valientes como si no existiera otra vida. Como si esta jamás fuera a terminar.



B.G.J.

domingo, mayo 13, 2007

MTV, Generado Por ... ¡¡¡ MI ABUELA!!!



No hay ocio que MTV no cure, esta cadena de televisión musical tiene algo para todos los gustos. El sello de Music Televisión se ha caracterizado a lo largo de su trayectoria por incluir los shows más singulares, por imponer una pauta diferente de programas televisivos para jóvenes. Gracias a él se han dado a conocer series que hoy forman parte de la cultura televisiva “obligatoria” de cientos de adolescentes. Seguirlas de cerca es un panorama imperativo para todos aquellos que buscan estar “in”. MTV puede atribuirse sin ningún pudor el éxito de clásicos como South Park y Happy Tree Friends; dos series pioneras dentro de lo que es el boom de las caricaturas animadas para adultos. Jackass forma parte de este grupo de programas que quizás en otras condiciones jamás habrían conocido la fama. Y es que MTV, con su propuesta sutilmente comercial y sus aires de “jódanse que aquí venimos”, ha sabido ganarse un lugar importante en el corazón de todos aquellos adolescentes incomprendidos.

Incluso nuestra achacosa y añeja Latinoamérica ha sucumbido ante este plan de conquistar el mundo. Es la nueva campaña lanzada desde hace unos pocos meses por MTV LA (Music Televisión Latinoamérica). Parece ser que el canal se ha cansado ya de manipular a su público norteamericano, y ha centrado sus expectativas al sur del continente. La razón es obvia. En lo últimos años, Latinoamérica ha contribuido con millones de fanáticos al mundo de la Internet y los medios televisivos.

“Generado Por Mi” es el nombre de la nueva campaña. La web oficial (
http://www.mtvla.com/canal/gxm) es una propuesta para el televidente, una invitación a sumarse a la nueva y emergente forma de participar en el medio de la TV: la televisión interactiva. He aquí una oferta suculenta y atractiva para todos aquellos que alguna vez se sintieron desplazados, para quienes jamás lograron encontrar un medio con el que pudieran identificarse o verse representados. La idea es simple y sólo lleva unos pocos meses al aire, aunque por algún extraño motivo no suena del todo novedosa. Nos recuerda a aquellos lejanos días en que con un llamado telefónico, el espectador tenía la posibilidad de convertirse en un protagonista. Incluso Chile puede contar en su pasado varios shows de este tipo: El Club de los Tigritos, Extra Jóvenes, Hugo. Hasta nuestra mascota criolla, Don Francisco, puede sumarse a esta colección interactiva.

Sin embargo, el éxito de GXM parece rotundo. Una idea que en sus inicios era destinada a cubrir la programación de un fin de semana, resultó ser un buen anzuelo para el público. La temática que en un principio pretendía cubrir dos días, se ha convertido hoy en uno de las principales atracciones de MTV. Y la respuesta de los espectadores ha resultado más entusiasta de lo que se esperaba. Tanto que Dancin’ Ropa y Karaoque ya son parte del menú obligatorio que el canal ofrece a sus hambrientos fanáticos. En el primero, individuos comunes y corrientes (como tú y como yo) bailan al son de sus canciones favoritas mientras se quitan la ropa cual streaper profesional. El público en el ínter tanto, participa a través de sus celulares, mandando mensajes de texto y votando para consumar el ganador de la serie de concursantes. El segundo, Karaoque, vendría a ser la versión pudorosa del primero. Todo indica que nuestro “seudo” continente se encuentra ansioso de llamar la atención, aún así esto implique quitarse las ropas y menear el esqueleto en plena televisión por cable. Parece ser que el público latino ha resultado menos pudoroso de lo que se creía.

Aunque el tiempo pasa y los años se nos van escapando, MTV no deja de sorprendernos. Los productores se han encargado de mantener la programación fresca y vivaz, como recién salida del horno. Aunque últimamente un cierto olor putrefacto, casi imperceptible, ha comenzado a colarse en las promesas del sello. Las mismas promesas que un día fueron representativas, novedosas e indiferentes al lucro y la comercialidad. Hace unos años atrás, ser parte del público de MTV podía considerarse un lujo, una especie de mención honrosa. Hoy, quienes lo son se dan aires de rebeldes. O peor aún, ver MTV no es señal de rebeldía, es una practica común de quienes creen ser tan populares como sus mismos ídolos. El canal se ha convertido en una copia barata de E Entertainment, un intento fallido de satirizar al mundo.

Sin embargo, día a día, mes a mes, y por supuesto, año a año, el número de seguidores de este programador de la decadencia humana continúa en aumento. Y por desgracia, la motivación de los fanáticos no es aquella que el MTV oldschool intentaba infundir. Por extraño que parezca, existen quienes siguen capitulo a capitulo la serie Laguna Beach; viven en cuerpo y alma los dramas de sus personajes, imitan sus jergas, aspiran a un estilo de vida tan melodramático y vacío como el de estos habitantes del Orange County.

Parece ser que MTV ha derrotado a MTV, cual Venom que derrota a su némesis Spiderman. Lamentablemente, la mejor opción no es siempre hacer lo correcto, y todo indica que la cadena televisiva ha sucumbido a los beneficios del lucro y los billetes. Aún así, esto no significa que MTV sea una oferta defectuosa. Por el contrario, cumple realmente bien con su función de entretener. Lo importante es que tengamos en cuenta qué es realmente aquello que estamos observando. Y más significativo aún, no olvidemos qué es lo que queremos ver. Resistámonos a perdernos en la ilusión de un mundo tan ajeno como lo es Sweet Sixteen o Pimp My Ride. La realidad es que, por lo menos en Chile, resulta poco probable que una estrella de hip hop se presente en nuestra puerta con el pretexto de “enchular” nuestros automóviles. Si por las cosas de la vida, algo por el estilo les llegara a ocurrir, les sugiero que sean cautelosos. Puede resultar que se queden esperando sentados y de por vida el retorno de su chatarra.



B.G.J.

lunes, mayo 07, 2007

"LGBT: La Nueva Exposición de Ahlam Shibli en Chile"


La Serie Eastern LGBT es la nueva colección de fotografías que la artista Ahlam Shibli ofrece al público chileno. Su principal temática abarca cuestiones homosexuales y asuntos religiosos. Las obras se encuentran en exposición en el MAC de la Universidad de Chile, y pertenecen a la selección “Cómo Vivir Juntos”, abierta desde el 27 de abril hasta el 1 de julio.

La sigla LGBT se traduce como “Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales” y es apropiadamente utilizada por Ahlam Shibli en los títulos de sus obras. La fotógrafa palestina ha buscado reflejar en cada una, el dolor propio de los países del este de Europa y del medio oriente, pero desde una perspectiva inusual. Desde una realidad que pocos se han atrevido a enfrentar. Y es que resulta excepcional contemplar una colección fotográfica que retrata el punto en donde converge la homosexualidad y la religión musulmana.

Cae el sol, la oscuridad disfraza el ambiente y la mayoría se refugia en sus hogares. El peligro nocturno se convierte en un protagonista; de noche todos los gatos son negros. Los valientes que se atreven a enfrentar tan peligrosas condiciones son pocos. Una situación ajena a la sociedad musulmana tradicional invade la ciudad. Son hombres y mujeres de sexo y apariencia ambigua que se toman las calles y los clubs nocturnos, encuentran una instancia oportuna para ser ellos mismos. Transformistas en escena, espectáculos homosexuales, prostitución de travestis: todos elementos retratados en la exposición de Shlibi que el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Quinta Normal abrió recientemente a su público. La colección constituye una crítica social a dos de los temas más polémicos del mundo actual: la discriminación religiosa y la homofobia. La artista fusiona en sus fotografías ambos elementos, y los enseña al público en pos de obtener algún tipo de respuesta.

Los retratos se encuentran lejos de ser groseros, por el contrario, se imponen con extrema sutileza. El resultado es la tenue ironía con que Ahlam provoca a sus espectadores y los incentiva a participar en el debate. Porque la verdad es que quizás no exista ninguna situación más arriesgada, comprometida y expuesta que la de ser homosexual y musulmán al mismo tiempo.

El blanco, el negro y el gris predominan en la colección. La mayoría de las obras son retratos humanos, aunque unas cuantas fotografías de edificios y callejuelas son también dignas de considerar. La exposición en sin duda alguna una invitación abierta para todos aquellos que quieran sumarse a la discusión. Es una convocatoria en la que todos los santiaguinos pueden intervenir y opinar libremente. La masificación del sinfín de realidades que aún permanecen ocultas es un deber de todos.



B.G.J.