
Estimado artista y respetado músico, señor Timo Mass: en nombre de toda la comunidad electrónica de mi país quiero pedirle disculpas por el fraude de fiesta en la que se vio obligado a participar. Y es que el evento realizado el 13 de Abril recién pasado, en los recintos de Espacio Riesco, fue verdaderamente una vergüenza para la escena internacional de música electrónica. Prefiero no imaginar los tipos de comentarios y referencias que el dj habrá compartido con sus camaradas después del incidente. Lo insólito, es que seamos capaces de quejarnos luego y preguntarnos por qué los grandes artistas no realizan presentaciones en nuestro país.
No podemos culpar a Street Machine. La productora cumplió con su parte del acuerdo; dispuso los equipos, la publicidad correspondiente, y además firmó el cheque con el sueldo del dj. Espacio Riesco también puede lavarse las manos, y con toda libertad. El recinto fue lo suficientemente espacioso para la cantidad de gente que asistió al evento. La calidad de la música no se vio mayormente afectada por las paredes de concreto, y los espacios anexos a la pista de baile fueron suficientemente acogedores como para sentarse a descansar. Muchos se atreven a asegurar que fue culpa del propio dj que la fiesta no resultara como se esperaba; que Timo no dio todo de su parte ni se comprometió con su público, que no tocó tan bien como lo ha logrado en otros países, que su indiferencia fue la causa del sabotaje de la fiesta. Quizás sí, quizás el interés que mostró en la jornada fue insuficiente. Pero debemos dejar de lado de una vez por todas la idea de que el trabajo de “encender” una fiesta es sólo responsabilidad del artista.
El tipo de ambiente que se da en un evento, en especial si depende de un show, es el resultado de un importante feedback entre en el público y el showman. Una relación de dar y recibir que no puede ser lograda por ninguno de los lados de manera independiente. Quizás Timo Mass pudo realmente haber tocado mejor, pero al mismo tiempo, quizás su audiencia pudo haber reaccionado mejor. No olvidemos que a eso de las 3:00 a.m., una masa significativa de gente comenzó a abandonar el lugar sin siquiera mirar atrás. Se vendió una cantidad de alcohol abrumante para lo que se vende habitualmente en las fiestas electrónicas. El grupo de gente bailando no alcanzó a ocupar ni siquiera la mitad del espacio que ofrecía el sitio. Y el sector más apartado del escenario fue el más concurrido, resultando casi imposible hallar algún sillón vacío. Las parejas cuyas demostraciones de afecto superaron lo permitido no fueron pocas, y pareció ser que muchos llegaron al lugar en actitud de casería.
Queridos compatriotas, me atrevo a sugerir que existen otros lugares en donde un comportamiento de este tipo es no sólo permitido, sino también digno de aplausos. Santiago y Viña del Mar están atestados de discoteques y salsotecas cuyo plato fuerte es el reguetón y los movimientos pélvicos son el pan de cada día. No confundan lo dicho con una ofensa. Considero primordial que el ser humano encuentre instancias para expresar su sexualidad con libertad. De hecho la música electrónica y el reguetón coinciden en su labor de facilitar la expresión humana, pero bajo ninguna circunstancia olvidemos que la primera tiene como fin una expresión de carácter más emocional.
Los beats de la música electrónica coinciden a menudo con el ritmo cardíaco del cuerpo humano. La forma en que el dj levanta hasta el extremo y luego arrastra por el piso la melodía, es capaz de retorcer nuestras entrañas. Las letras de las canciones son místicas, sugieren frases y mensajes de alto contenido subliminal, y al mismo tiempo trascendental. En pleno concierto, podemos ser testigos de cómo nuestra propia respiración se vuelve entrecortada y profunda. La música electrónica es capaz de hacer vibrar cada mínima molécula del cuerpo, de volver al individuo tan ajeno a su entorno como puede serlo sólo en sus sueños. Es de por sí una especie de terapia emocional capaz de liberar todas las impurezas de la vida cotidiana. Pero al igual que cualquier otro estilo de música, es una elección personal, y no podemos obligar a nuestros pares a ser partícipes de estos rituales si no son capaces de sentirlo. Sin embargo, debemos exigir respeto a “nuestra especie”. El pasado 13 de abril fui testigo de cómo cientos de individuos hicieron caso omiso de un llamado emitido por un dj de excelencia internacional. Observé cómo un potencial encuentro entre electrónicos chilenos fue reemplazado por una mera instancia social; un desfile interminable de modelos, integrantes del jet set, periodistas y diseñadores, un vaivén constante de gente sin un interés real por estar ahí.
Hasta al mismísimo Tiesto se habría sentido desmotivado ante una audiencia de tal indiferencia. El motivo por el que la presentación de Timo Mass no resultó cómo se esperaba, es el mismo por el que tantas otras presentaciones de artistas famosos no han resultado cómo se esperaban. El año 2006, Infected Mushroom y Alien Project, ambos artistas de enorme prestigio, recibieron las mismas críticas y su espectáculo fue acusado de no cumplir con el nivel prometido. En el caso de Paul Van Dyk en el 2005, el show recibió grande elogios pero jamás tales como aquellos atribuidos a la presentación en Buenos Aires del año pasado. La realidad es que ante la falta de motivación por parte del público chileno, los resultados serán siempre poco satisfactorios. Y lamentablemente, somos un país que ya se ha ganado una pobre reputación como audiencia de música electrónica. El único pretexto que nos va quedando para lograr traer a artistas importantes, son los varios ceros que Street Machine debió dibujar en el cheque de Timo Mass para cumplir con su deber como productora: incluir a Chile en el recorrido de músicos que realmente valen la pena ser escuchados. No nos dejemos estar, no nos echemos al sillón esperando que ellos vengan a nosotros. La responsabilidad de aumentar la calidad de la escena electrónica nacional es de todos.
B.G.J.

1 comentario:
jamás me imagine a BGJ, escribiendo asi de seria :P.
No compartimos gustos musicales, pero es una lata que este tipo de cosas pasen en chile. no solo se ven perjudicados eventos de tu style.
pues bie ta muy choro esto
feliz cumple muy atrazaos!
besos
n
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